Descubre la verdad detrás del EMDR: lo que nadie te ha contado sobre esta terapia revolucionaria

La terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) ha emergido como una opción innovadora en el campo de la psicología, especialmente en el tratamiento de traumas y otras dificultades emocionales. Sin embargo, su creciente popularidad ha traído consigo una serie de mitos y malentendidos que pueden distorsionar la percepción de lo que esta terapia realmente implica. Si te interesa conocer más sobre esta técnica y sus aplicaciones, es fundamental desmitificar algunos conceptos erróneos que pueden llevar a expectativas poco realistas.

En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el EMDR, sus beneficios, limitaciones y, sobre todo, aclararemos los mitos más comunes que rodean a esta terapia. Al comprender mejor su funcionamiento, podrás tomar decisiones informadas sobre tu salud mental y bienestar.

Índice
  1. Desmontando mitos sobre la terapia EMDR
    1. Mito 1: “El EMDR es una terapia rápida que cura en pocas sesiones”
    2. Mito 2: “El EMDR sirve para cualquier persona y cualquier problema”
    3. Mito 3: “El EMDR es hipnosis”
    4. Mito 4: “Solo funciona si recuerdas exactamente lo que pasó”
    5. Mito 5: “Si el EMDR funciona, no deberías sentirte mal después de una sesión”
    6. Mito 6: “Solo necesitas EMDR, no hace falta hablar ni hacer otro tipo de terapia”
  2. ¿Qué es realmente el EMDR?
  3. Suscríbete a nuestra Newsletter

Desmontando mitos sobre la terapia EMDR

Antes de sumergirnos en lo que realmente ofrece el EMDR, es crucial reconocer y desmantelar los mitos que a menudo lo acompañan. Entender bien esta terapia puede maximizar sus beneficios y prevenir decepciones. A continuación, abordaremos los mitos más comunes.

Mito 1: “El EMDR es una terapia rápida que cura en pocas sesiones”

Uno de los conceptos erróneos más frecuentes es la idea de que el EMDR proporciona resultados inmediatos. Si bien es cierto que puede ofrecer avances significativos en menos tiempo que otras terapias, no se debe considerar como una solución mágica. El número de sesiones necesarias varía enormemente según:

  • La naturaleza y complejidad del trauma.
  • La capacidad del individuo para procesar emociones.
  • El entorno de apoyo emocional disponible.

Algunas personas pueden experimentar mejoras en pocas sesiones, pero aquellas con traumas más intrincados generalmente necesitarán un tratamiento más prolongado. Además, es importante reconocer que el EMDR no se limita a mover los ojos; incluye fases de preparación y fortalecimiento emocional que son vitales para el éxito del proceso.

Mito 2: “El EMDR sirve para cualquier persona y cualquier problema”

El EMDR ha demostrado ser especialmente efectivo en el tratamiento del trauma, la ansiedad y algunos trastornos emocionales. Sin embargo, no es una terapia universal. Es fundamental entender que:

  • No todas las personas responden igual al EMDR.
  • Algunos individuos pueden requerir un enfoque diferente antes de intentar el EMDR.
  • Es posible que la técnica no sea adecuada para personas que prefieren un enfoque más verbal o conversacional.

Cada caso es único, y es el trabajo del psicólogo evaluar si el EMDR es el tratamiento más adecuado o si debería combinarse con otras metodologías.

Mito 3: “El EMDR es hipnosis”

Otro malentendido común es confundir el EMDR con la hipnosis. A diferencia de la hipnosis, donde el paciente puede perder el control o entrar en un estado alterado de conciencia, en el EMDR:

  • El paciente permanece completamente consciente y alerta.
  • No hay sugestión ni trance; se basa en la estimulación bilateral para facilitar el procesamiento de recuerdos traumáticos.

Esta técnica está fundamentada en la neurociencia, no en prácticas de sugestión, lo que la convierte en un enfoque válido y basado en la evidencia.

Mito 4: “Solo funciona si recuerdas exactamente lo que pasó”

Es un error pensar que el EMDR requiere recuerdos claros y detallados del evento traumático. Muchas personas tienen recuerdos vagos o fragmentados de sus traumas. En realidad, lo que el EMDR busca trabajar son las:

  • Emociones y sensaciones que acompañan a esos recuerdos.
  • Pensamientos asociados, aunque la imagen del evento no sea nítida.

Por lo tanto, no es necesario tener una narrativa completa del trauma para beneficiarse de la terapia.

Mito 5: “Si el EMDR funciona, no deberías sentirte mal después de una sesión”

El proceso de recuperación de un trauma no es lineal ni libre de dolor. Es normal experimentar emociones intensas, fatiga o síntomas temporales de malestar tras una sesión de EMDR. Estos síntomas no indican un fallo en la terapia, sino que son parte del proceso de procesamiento emocional del cerebro. Reconocer que el malestar puede ser una señal de progreso es esencial.

Mito 6: “Solo necesitas EMDR, no hace falta hablar ni hacer otro tipo de terapia”

Si bien el EMDR es una herramienta poderosa, no sustituye la necesidad de trabajar otros aspectos emocionales que pueden estar presentes. En muchos casos, se combina con:

  • Terapia cognitivo-conductual.
  • Terapia somática.
  • Enfoques de integración emocional.

Esto asegura un proceso terapéutico más completo y efectivo, ya que la sanación implica tanto el reprocesamiento del trauma como el desarrollo de nuevas formas de relacionarse con uno mismo y con los demás.

¿Qué es realmente el EMDR?

Después de aclarar los mitos, es importante entender qué representa realmente el EMDR. Esta terapia se basa en la capacidad innata del cerebro para procesar y sanar experiencias difíciles. La técnica utiliza estimulación bilateral, ya sea a través de movimientos oculares, sonidos o toques, para ayudar a desbloquear recuerdos traumáticos y permitir que se integren de manera menos perturbadora.

El EMDR está respaldado por investigaciones científicas y reconocido por organizaciones de salud mental de renombre, como la OMS y la Asociación Americana de Psiquiatría. No es una solución mágica ni una terapia para todos, pero puede ser un recurso invaluable cuando se aplica de manera adecuada.

El impacto del EMDR puede ser transformador para muchas personas. Reconocer sus límites y alcances es esencial para que funcione efectivamente. Si consideras probar el EMDR, lo más recomendable es informarte adecuadamente, buscar un profesional cualificado y establecer expectativas realistas.

Para profundizar más en este tema, te invitamos a ver este video que detalla cómo funciona la terapia EMDR y su aplicación en el tratamiento de traumas:

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