Descubre por qué el sueño en niños y adolescentes es la clave para su salud y bienestar ¡No lo ignores!

La salud de nuestros niños y adolescentes es un tema que merece atención constante, especialmente cuando se trata de uno de los pilares fundamentales de su bienestar: el sueño. En un mundo donde las pantallas y las exigencias académicas parecen dominar la vida diaria, es crucial entender cómo un descanso adecuado impacta en el desarrollo y la salud general de las nuevas generaciones.

Recientemente, el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha sido el escenario de la presentación del 15º Informe FAROS, que pone de relieve la importancia del sueño en la infancia y la adolescencia. Este informe no solo destaca las preocupaciones sobre la calidad del sueño de los jóvenes, sino que también ofrece una mirada profunda sobre las consecuencias de la falta de descanso y las estrategias para promover hábitos saludables. A continuación, exploraremos en detalle los hallazgos y recomendaciones de este informe.

Índice
  1. Informe FAROS: un enfoque integral hacia la salud materno-infantil
  2. Importancia de considerar el sueño en niños y adolescentes
  3. Factores que impactan el sueño infantil
  4. Consecuencias de la falta de sueño en la infancia
    1. Diferenciando problemas de sueño de trastornos del sueño
    2. La higiene del sueño: buenas prácticas para niños y adolescentes
    3. Tratamientos para trastornos del sueño en niños
  5. Propuestas de cambio para mejorar la salud del sueño
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Informe FAROS: un enfoque integral hacia la salud materno-infantil

El programa FAROS, lanzado en 2008 por el Hospital Sant Joan de Déu, se ha consolidado como un observatorio de la salud materno-infantil. Según el doctor Josep Serrat, director de planificación del hospital, este informe actúa como una herramienta de prevención y divulgación que combina la evidencia científica con el empoderamiento de las familias y los profesionales de la salud. “FAROS es una luz que lanzamos hacia adelante”, enfatizó el doctor.

En la presentación del informe, Serrat subrayó la urgencia de abordar el sueño como un problema actual. La falta de atención a esta cuestión se manifiesta en la escasa prioridad que se le otorga en las políticas de salud pública. “A la salud no se llega solo curando enfermedades, también se consigue previniendo”, afirmó, advirtiendo sobre la infradiagnosis de los trastornos del sueño en la infancia.

Importancia de considerar el sueño en niños y adolescentes

El sueño va más allá de ser un simple periodo de descanso. Es un proceso biológico activo vital para múltiples funciones, como la consolidación de la memoria, el desarrollo neuronal, el mantenimiento del sistema inmunológico y la regulación emocional. Sin embargo, los cambios en la sociedad actual, desde la tecnología hasta las demandas escolares, están erosionando tanto la cantidad como la calidad del sueño de los más jóvenes.

Durante la jornada, los doctores Gonzalo Pin y Óscar Sanz, expertos en sueño y neurología pediátrica, alertaron sobre el deterioro alarmante del sueño infantil y sus repercusiones, que abarcan aspectos físicos, cognitivos, emocionales y sociales. Es un llamado de atención que resuena en la necesidad de cambiar la narrativa alrededor del sueño en la infancia.

Factores que impactan el sueño infantil

Los expertos identifican cinco sistemas interrelacionados que conforman el entorno del sueño infantil:

  • Microsistema: incluye la familia, sus hábitos de sueño, el uso de dispositivos electrónicos y las expectativas educativas en el hogar.
  • Mesosistema: abarca los medios de comunicación y la desincronización de los horarios escolares con los ritmos biológicos de los niños.
  • Macrosistema: refleja la falta de formación del personal sanitario sobre los trastornos del sueño, con un promedio de solo 7 minutos dedicados a este tema en los planes de estudio médico.
  • Cronosistema: implica el desfase entre los ritmos biológicos naturales, especialmente durante la adolescencia, y las demandas escolares y sociales.
  • Ambiente: se refiere a factores externos como la contaminación lumínica y el cambio climático, que alteran el ciclo natural de día y noche.

Estos elementos dan lugar a lo que los expertos denominan una “pobreza de tiempo” en relación con el sueño, resultando en un comportamiento fatigado, dificultades de atención y problemas de salud en niños y adolescentes.

Consecuencias de la falta de sueño en la infancia

Un dato alarmante presentado es que uno de cada cuatro menores, desde los 4 meses hasta los 17 años, no duerme lo suficiente. Este déficit de sueño puede acarrear una serie de consecuencias, tanto inmediatas como a largo plazo:

  • Problemas de aprendizaje y dificultades en la memoria.
  • Aumento en los trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión.
  • Trastornos de conducta, tanto interiorizantes como exteriorizantes.
  • Mayor riesgo de desarrollar obesidad, hipertensión y diabetes.
  • Deterioro de síntomas en niños con trastornos del neurodesarrollo.

El doctor Sanz enfatiza que los problemas de sueño no afectan solo a los niños; las familias también sufren la falta de descanso, lo que afecta su calidad de vida general. Este aspecto resalta la necesidad de un enfoque comprensivo que involucre a todos los miembros de la familia.

Diferenciando problemas de sueño de trastornos del sueño

Es vital entender la diferencia entre un problema de sueño y un trastorno de sueño. Mientras que un problema puede surgir de malos hábitos o una falta de estructura, un trastorno implica una patología médica específica. La confusión entre ambos puede llevar a una falta de atención adecuada. Aunque solo un 6% de los niños presenta un trastorno que necesita atención especializada, esto no significa que el resto deba ser ignorado. La prevención y el tratamiento deben comenzar en casa, pero también deben ser parte de las políticas de salud pública y de los planes educativos.

La higiene del sueño: buenas prácticas para niños y adolescentes

El informe FAROS resalta la importancia de la higiene del sueño, que incluye un conjunto de prácticas diarias que promueven un descanso saludable. Algunas recomendaciones clave son:

  • Establecer rutinas de sueño y vigilia consistentes.
  • Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir.
  • Respetar la exposición a la luz natural durante el día.
  • Fomentar la actividad física regular, evitando ejercitarse cerca de la hora de dormir.
  • Crear un ambiente propicio para el sueño: oscuro, silencioso y con una temperatura confortable.

El doctor Sanz enfatiza que “dormir bien no empieza en la cama, sino al levantarse”. Esto sugiere que un buen día puede traducirse en un mejor sueño por la noche, enfatizando un enfoque holístico hacia el bienestar.

Tratamientos para trastornos del sueño en niños

Ambos expertos acordaron que el tratamiento de los trastornos del sueño debe ser multimodal. El uso de medicamentos debe ser reservado para situaciones específicas y siempre bajo supervisión profesional. Existe preocupación por el uso excesivo de melatonina y benzodiacepinas en España, donde se consume más que en cualquier otro lugar del mundo.

Para niños con trastornos del espectro autista, la melatonina puede ser una herramienta efectiva, aunque no siempre está cubierta por el sistema de salud pública, lo que genera desigualdades. “Una noche de descanso puede cambiar completamente la actitud del niño hacia el aprendizaje y las terapias”, concluyó el doctor Sanz, resaltando la necesidad de un enfoque equitativo.

Propuestas de cambio para mejorar la salud del sueño

El informe FAROS no solo se limita a sugerencias clínicas, sino que también lanza un mensaje claro: es necesario cambiar la cultura social en torno al sueño. Los expertos abogan por:

  • Reformar los horarios escolares, adaptándolos a los ritmos biológicos de los niños.
  • Incluir el sueño en las campañas de salud pública.
  • Proporcionar formación sobre el sueño a los profesionales de la salud.
  • Desestigmatizar el descanso como una necesidad biológica esencial.

“Dormir no es perder el tiempo; es invertir en salud”, insiste el doctor Pin. Este informe busca despertar la conciencia social sobre la importancia del sueño desde el embarazo hasta la adolescencia, especialmente en un momento en que los problemas de salud mental en los jóvenes están en aumento debido a la competencia de las pantallas y las exigencias sociales.

En el contexto actual, donde el bienestar emocional y físico de los jóvenes es más vulnerable que nunca, es imperativo que la sociedad reconozca el sueño como un pilar clave de la salud, al mismo nivel que la alimentación y la actividad física.

En este contexto, se puede encontrar más información sobre la importancia del sueño en la infancia y la adolescencia en este video:

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