Descubre por qué olvidamos nuestras acciones poco éticas más rápido de lo que imaginas

A menudo, en la narrativa popular, los personajes malignos son presentados como seres sin conciencia, completamente despojados de cualquier sentido ético. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. La psicología contemporánea ha comenzado a revelar que incluso quienes han cometido actos profundamente inmorales pueden mantener una autoimagen positiva y un sentido de ética en su vida diaria. Esta aparente desconexión entre acciones y autoevaluación plantea preguntas intrigantes sobre nuestra naturaleza humana.

Un fenómeno fascinante conocido como amnesia ética o amnesia de lo inmoral se ha convertido en el centro de atención de varios estudios, destacando cómo tendemos a olvidar nuestras transgresiones morales. Este artículo explorará las investigaciones al respecto, sus implicaciones y cómo este mecanismo puede ser tanto una herramienta de protección como un potencial facilitador de comportamientos deshonestos.

Índice
  1. La desconexión entre acciones y ética
  2. Investigaciones sobre el olvido de acciones poco éticas
    1. Diseño del experimento
    2. El impacto del olvido en la memoria
  3. El papel de la ética en nuestra vida diaria
    1. ¿Es la amnesia de lo inmoral un beneficio o un peligro?
  4. La relación entre la amnesia ética y el comportamiento futuro
  5. Los mecanismos de defensa en la ética personal
  6. Reflexionando sobre nuestra ética
  7. Newsletter PyM
  8. La pasión por la psicología también en tu email

La desconexión entre acciones y ética

La amnesia de lo inmoral sugiere que los seres humanos tienen una increíble habilidad para engañarse a sí mismos. Como señala el psicólogo Dan Ariely, esta autoengaño se manifiesta en nuestra tendencia a filtrar información que compromete nuestra autoimagen. La autojustificación se convierte en un proceso automático, donde nuestros cerebros desestiman lo que no encaja con nuestra percepción ideal de nosotros mismos.

Este fenómeno se puede observar en diversas situaciones cotidianas. Por ejemplo, una persona que decide no devolver un cambio erróneo puede racionalizar su acción como "no es un gran problema". Sin embargo, esta percepción puede desvanecerse con el tiempo, llevándonos a olvidar el evento por completo.

Investigaciones sobre el olvido de acciones poco éticas

Recientes investigaciones de las psicólogas Maryam Kouchaki y Francesca Gino han proporcionado evidencia de cómo nuestras memorias se ven afectadas por nuestras acciones poco éticas. En su estudio, los participantes se sometieron a un juego de adivinanza con dados, donde algunos tenían la oportunidad de hacer trampa. Posteriormente, se les pidió que completaran un cuestionario sobre su experiencia.

Diseño del experimento

El experimento involucró a 279 estudiantes que lanzaron un dado de seis caras y adivinaron el resultado. Algunos debían predecir el número antes de lanzar, mientras que otros podían decir si su predicción se cumplía o no, facilitando así la posibilidad de mentir. Después, se recogieron datos sobre su autoevaluación y disonancia moral.

Los resultados mostraron que los participantes que habían podido hacer trampa mostraron un mayor malestar moral en el cuestionario, lo que es un indicativo de la disonancia cognitiva que experimentan al actuar en contra de sus propios principios.

El impacto del olvido en la memoria

Dos días después del experimento, aquellos que habían hecho trampa tuvieron más dificultades para recordar los detalles de la prueba. Sus recuerdos eran vagos y desdibujados en comparación con quienes jugaron de manera justa. Esto sugiere que, a nivel neuronal, puede haber mecanismos en juego que faciliten el olvido de acciones que comprometen nuestra ética personal.

El papel de la ética en nuestra vida diaria

Comprender cómo funciona la amnesia de lo inmoral puede ofrecer perspectivas sobre nuestro comportamiento cotidiano. En un mundo donde las tentaciones y las pequeñas transgresiones son comunes, este mecanismo de olvido puede resultar adaptativo. Nos permite seguir adelante sin la carga de la culpa constante y puede ser crucial para mantener nuestro bienestar emocional.

¿Es la amnesia de lo inmoral un beneficio o un peligro?

Aunque la amnesia de lo inmoral puede protegernos de crisis de ansiedad y permitirnos seguir con nuestras vidas, también presenta riesgos. Si olvidamos fácilmente nuestras transgresiones, corremos el riesgo de repetir comportamientos poco éticos sin aprender de nuestros errores. Esto puede llevar a una erosión gradual de nuestra ética personal.

La relación entre la amnesia ética y el comportamiento futuro

Los investigadores Kouchaki y Gino también exploraron cómo la amnesia de lo inmoral podría influir en acciones futuras. Después del experimento de los dados, se les presentó a los participantes un nuevo desafío: resolver acertijos con recompensas monetarias. Los que habían hecho trampa en la primera prueba eran más propensos a hacer trampa nuevamente en esta segunda tarea.

Esto sugiere que la amnesia de lo inmoral no solo afecta la memoria de acciones pasadas, sino que también puede predisponer a las personas a actuar de manera deshonesta en el futuro. Este ciclo de comportamiento puede convertirse en un patrón, donde cada transgresión se vuelve más fácil de repetir.

Los mecanismos de defensa en la ética personal

La amnesia ética puede ser vista a través del prisma de los mecanismos de defensa psicológicos. La disonancia entre lo que hacemos y lo que creemos que deberíamos hacer puede ser tan incómoda que nuestro cerebro busca formas de minimizar el malestar. Esto puede incluir olvidar actos poco éticos o racionalizarlos como menos graves de lo que realmente son.

  • Racionalización: justificar comportamientos que contradicen nuestros principios.
  • Negación: rechazar la realidad de nuestras acciones.
  • Olvido selectivo: dejar de lado recuerdos que nos causan malestar.

Estos mecanismos pueden distorsionar nuestra percepción de la ética y, a la larga, erosionar nuestro sentido del bien y el mal.

Reflexionando sobre nuestra ética

La pregunta más crucial que surge de esta discusión es: ¿cómo podemos mantener una ética sólida en un entorno donde la tentación de actuar deshonestamente está presente? La clave puede residir en la reflexión consciente y la autocrítica. Si somos capaces de confrontar nuestros errores y aprender de ellos, es menos probable que caigamos en la amnesia de lo inmoral.

Este enfoque reflexivo puede incluir prácticas como:

  • Registrar nuestras decisiones éticas diarias.
  • Discutir dilemas éticos en grupos.
  • Reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones.

Al abordar nuestras propias transgresiones con honestidad, podemos fortalecer nuestro sentido de ética y evitar el ciclo de repetición de comportamientos inmorales.

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